En una guarida de víboras, la venganza es el veneno más mortífero.

Ellos destrozaron mi mundo; ahora, yo derribaré el suyo.

¿Cuál es el problema? Prácticamente no tengo forma de rastrear al titiritero.

Mi única pista: Los Vipers.

Un equipo universitario de hockey de élite que domina el hielo... y las sombras más allá de él.

Para infiltrarme en su sociedad secreta, me fijé en su eslabón más débil.

Kane Davenport.

El carismático capitán y la solitaria bandera verde en un nido de serpientes.

Pero demasiado tarde, me doy cuenta de que he atraído a la serpiente más venenosa.

La fachada amistosa de Kane esconde un depredador más peligroso de lo que imaginaba.

Rápidamente desvela el monstruo que acecha bajo la superficie.

Un monstruo que me atrajo solo para atraparme en un juego letal sin escapatoria.

¿Podré escapar de su despiadada obsesión?

Accidentalmente fui testigo de un brutal asesinato.

Me quedé paralizada, fingí no haber visto nada, con la esperanza de poder dejarlo atrás.

Pero mi plan fracasó y mi vida se vino abajo.

Ahora soy el blanco de una venganza a sangre fría.

Jude Callahan no es solo un dios del hockey, es un demonio al que nadie se atreve a enfrentarse.

Mi existencia perturba su estrellato, su prestigio y su posible carrera como asesino en serie.

Y se ha propuesto hacerme pagar por ese momento de silencio.

No importa cuánto corra o me esconda, él me encuentra, observándome desde las sombras.

Como un depredador.

Pensé que se limitaría a acosarme.

O mejor aun, que me mataría y acabaría por fin con mi sufrimiento.

Pero Jude tiene otros planes.

Dice que no puedo morir. Que tengo que pagar por mis pecados.

Y así, sin más, me arrastra a su mundo depravado, mientras yo pataleo y grito.