Mi reputación en la Universidad de Fairview me precedió. Era el número uno del reclutamiento de la NHL y el favorito de los aficionados. La gente quería ser yo o estar conmigo.

Excepto Lyla James Marichal.

Ella no me miraba como si fuera su próxima comida. Me miraba con desdén.

En lugar de competir por mi atención, me ignoraba y me alejaba.

Era completamente inalcanzable y me obsesioné con ella.

Cuando por fin la conseguí, sentí que estaba en la cima del mundo. Iba a ayudar al equipo a ganar otro campeonato, yendo al reclutamiento, y teniendo a Lyla a mi lado.

Y entonces, sin previo aviso, ella me dejó.

Desapareció.

Me llevó tres amargos, furiosos y largos años encontrarla, pero lo hice, y ahora me debe mucho más que una explicación.

Hace tres años, arruinó mi vida.

Ahora, iba a convertirme en su peor pesadilla.