Como el alfa mayor de su familia, se espera que Andro asuma el control de la familia cuando su padre se retire como patriarca. Pero antes de que eso ocurra, la tradición dicta que Andro debe estar apareado. Y no sólo apareado, sino casado. El único problema es que Andro no tiene ningún interés en tener pareja... o marido.

Joseph es el hijo menor de la familia Santoro... y el único omega. Le tratan como basura, pero él se encarga de llevar los libros y hace lo que su padre le pide, legal o no.

Cuando Andro tiene la brillante idea de secuestrar al maltratado Joey Santoro y obligarle a convertirse en su compañero, no tiene ni idea de lo que eso podría suponer. La vida de ambos cambia para siempre... y sus prioridades se alejan rápidamente de las familias en las que se criaron para centrarse en la familia que están formando juntos.

Louie sabía que Connor era diferente desde el principio. Como miembro de un harén, toda la familia tiene acceso a Connor, pero Louie lo reclamó desde el principio para que ninguno de los alfas se acercara a él. Y desde que entabló una estrecha amistad con Joey, Connor está aún más aislado que nunca del resto de los omegas de la familia.

Pero eso está bien porque rápidamente se enamora de Louie. Todo va genial hasta que sus precauciones no son suficientes y Connor se queda embarazado. Confía en que Louie hará lo correcto, pero la familia es la que decide quién trae herederos, y es muy probable que no permitan que Connor tenga el bebé que tanto quiere.

Lo que le deja una sola opción. 

Huir.