¿Quiénes somos? Como si tuvieras que preguntarlo. Somos los siete legados más ricos que el pecado que causan el libertinaje en la prestigiosa Universidad Astor de Manhattan.

Algunos nos llaman mimados.

Algunos nos llaman problemáticos.

Pero todo el mundo nos llama los Príncipes de Park Avenue.

“El Playboy”

Nunca rechazo una apuesta. Especialmente cuando se trata de tomar represalias contra el decano por hacer una estupidez antes de las vacaciones de verano.

Así que cuando el niño de oro del decano llega a Astor para su primer año, mis compañeros alborotadores lanzan una apuesta a la que no puedo resistirme.

El objetivo: el hijo del decano, John Thomas Hawthorne, o JT.

La apuesta: corrupción en el sentido que yo elija.

Debería haber sido fácil. Con sus rizos castaños, sus labios carnosos y su reputación de chico bueno, JT es la venganza perfecta. ¿Y aún mejor? Es hetero.

Reto aceptado. Haré lo que haga falta para demostrar mi punto de vista, por muy temerario que sea.

Juego. En marcha.

¿Quiénes somos? Como si tuvieras que preguntarlo. Somos los siete legados más ricos que el pecado que provocan el libertinaje en la prestigiosa Universidad Astor de Manhattan.

Algunos nos llaman mimados.

Algunos nos llaman problemáticos.

Pero todos nos llama los Príncipes de Park Avenue.

Lugar equivocado. Momento equivocado. Tipo correcto.

Aparecer en un rodaje muy indecente fue un accidente. Yo era un modelo muy bien pagado. Un profesional. No me ensuciaba para las cámaras, pero una mirada al dios del sexo que necesitaba un compañero de escena y me encontré reconsiderándolo.

Después de todo, con un nombre como Sin, un cuerpo salido de mis fantasías de leñador rudo y una cabeza llena de cabello rubio oscuro que quería agarrar, era casi imposible resistirse a él. Pero lo hice, hasta que el destino volvió a ponerlo en mi punto de mira.

¿El único problema? Era la nueva estrella emergente de su sector, y eso significaba que venía con condiciones.

La proposición: Si quería una noche de “Sin” tenía que aparecer ante las cámaras.

Mis condiciones: Asegúrate de que mi identidad seguía siendo un misterio.

Se suponía que sólo iba a ser una vez, una escena. Pero rápidamente aprendí que nada menos que todo nunca sería suficiente con él.

¿Quién iba a pensar que mi feliz accidente daría lugar a tantos finales felices?

¿Quiénes somos? Como si tuvieras que preguntarlo. Somos los siete herederos más ricos que el pecado que causan el libertinaje en la prestigiosa Universidad Astor de Manhattan.

Algunos nos llaman mimados.

Algunos nos llaman problemáticos.

Pero todo el mundo nos llaman los Príncipes de Park Avenue.

Cuando la gente me mira, sé lo que ven. 

—Un estudiante modelo.

—Hijo de senador con un futuro brillante en la política.

—El novio de Serena Carrington.

—El estudioso, educado, confiable Príncipe de Park Avenue.

Pero a veces las apariencias engañan. Porque escondo un secreto. Uno grande. Uno que podría sacudir los cimientos de la élite del Upper East Side. 

Mi secreto tiene el cabello rubio oscuro y una sonrisa capaz de encandilar a cualquiera, incluso a mí. Carismático. Poderoso. Increíblemente hermoso, con un cuerpo con el que fantaseo, aunque nunca lo sabrán. Me llevaré este secreto a la tumba. 

Porque, verás, estoy enamorado de un Carrington, pero simplemente no es con quien estoy saliendo.

¿Y qué mayor escándalo que enamorarte del padre de tu novia?