He pretendido ser humano durante un siglo. ¿Seguramente el próximo mes no debería ser un problema?

Reign Tryst es un vampiro, y como la mayoría de los vampiros que tienen cierta edad, ejem, un siglo más o menos, se aburre. Impacienta.

Ha estado allí, lo ha visto todo, y ya poco lo emociona.

Excepto... la joven asistente muy humana y fuera de los límites que contrata para curar su biblioteca personal, Tressa Porter. Sentimientos latentes que no había sentido en mucho tiempo cobran vida. Que curioso.

Nunca ha experimentado nada como la repentina y exigente necesidad que tiene de saborearla.

Reign tiene que tomar una decisión de vida o muerte: negarse a sus instintos y alejarla, o satisfacer sus antojos, y esperar no destruir su bien más preciado.