Me aleje de casa para escapar de un desamor, solo para entregarme en manos de un lobo.

Henry Wolf, para ser exacta.

Heredero de una cadena de hoteles de lujo.

Playboy infame. Un idiota arrogante. Y mi nuevo jefe.

No entiendo por qué querría que yo, Abbi Mitchell —una chica sin experiencia en todo los sentidos— sea su asistente personal? Sobre todo cuando no paro de cometer errores de la forma más memorable 

¿Ya mencioné que es un imbécil?

Uno hermoso y malhumorado, rápido para exigir y lento para disculparse. Y que juega conmigo cada vez que tiene oportunidad.

Poniéndome a prueba.

Confundiéndome de tal manera que mi cuerpo lo desea.

Dice que solo me quiere por mis mediocres habilidades con la computadora y mi obsesión por organizar todo por colores.

Dice que jamás arriesgaría su imperio por un enredo entre las sábanas con “la empleada”.

Pero empiezo a pensar que eso es una gran, sucia mentira.