Me gano la vida destruyendo a los imbéciles que capturan y atormentan a las bestias sobrenaturales. Pero cuando libero a un grupo de monstruos particularmente poderosos de sus jaulas, no cuento con que me sigan a casa como cachorros perdidos.

Cachorros perdidos increíblemente sexys, pero, aun así.

Estos monstruos varoniles están decididos a pagarme por mi ayuda y no saldrán de mi apartamento hasta que estén satisfechos de que estemos en paz. Y cuando descubro que se enfrentan a los mismos asquerosos que asesinaron a la persona que más quería, estoy dispuesta a unir fuerzas. Hay algo que decir de los aliados tan devotos que arrancarían cabezas y destrozarían almas en tu nombre.

Especialmente cuando me doy cuenta de que estoy desarrollando un inquietante poder sobrenatural que se supone que ningún mortal puede ejercer.

Rastrear a los malos.

Dominar mis talentos destructivos.

Que no me maten en el camino.

Ah, y tal vez ligarme a un monstruoso bombón o cuatro.

Pan comido.

Me voy a arrepentir de esto.