Rose. 

He tenido suficientes problemas comopara toda una vida. Y, sin embargo, eso no impide que el destino siga intentando fastidiarme una y otra vez.

Apenas había saboreado la libertad dehaber alejado a mi abusivo padre adoptivo cuando fui secuestrada por sus

rivales.

Durante los dos años que estuve desaparecida, pude pensar en muchas cosas. ¿Qué es importante en la vida? ¿Quées lo que me importa? ¿Qué es lo que daba por sentado?

Estoy segura de que nuestro pueblo,Stoneview, nunca ha estado más tranquilo que sin mí y todos los problemas que traía.

Qué pena. Ahora he vuelto. Todos piensanque voy a ser dócil, controlada, domesticada. ¿Es que no me conocen? Luchar es lo único que he hecho en mi vida. La furia es lo único que conozco.

Tengo dos cosas en mente. Recuperar a lachica que siempre he amado. Vengarme de mi mejor amigo de la infancia por su

traición.

No estaba preparada para el hecho de queRachel ahora está comprometida con un hombre que no la merece. O que Sam ya

estaba tramando su propia venganza.

Ella quiere convertirme en su secretoinconfesable y él quiere utilizarme para encontrar a los hombres que me

secuestraron.

Pero deberían saber la testaruda quesoy. Deberían saber que lo que quiero, lo consigo. Su adicción a mí solo significa que son míos. Sus juegos retorcidos solo significan que no puedoconfiar en ellos.

Pero, sobre todo, ellos nunca deberían confiar en mí.

Lo llaman síndrome de Estocolmo. Cuando desarrollas sentimientos positivos hacia tu captor. Pero yo soy una genio. Soy inteligente, astuta y sé que eso nunca me pasaría a mí... ¿verdad?

Me prometió que me encontraría si escapaba, y Viktor Volkov siempre cumple sus promesas. 

Ahora tengo sesenta días para despedirme. Sesenta días de libertad antes de tener que volver con él para siempre. 

Pueden pasar muchas cosas en ese tiempo. 

Muchas cosas pueden cambiar en mi corazón indómito.  

No estoy segura de que los juegos a los que jugaba con Lik, Sam y Rachel valgan la pena. No cuando mi corazón está destrozado por su traición. 

 Pero nunca se me ha dado bien alejarme de las personas que me hacen daño.

 

Y si descubren mi secreto... Si descubren la verdad sobre mí y sobre Viktor... Nunca me perdonarán. 

Tengo sesenta días para salir de este lío. 

Sesenta días hasta que descubramos quién de los dos tiene la mano más fuerte. La carta más poderosa de nuestros peligrosos juegos.   

El As de corazones.