Peartree. Un hogar donde a las chicas se les enseñaba disciplina. Un hogar donde se les enseñaba a complacer a hombres poderosos.

Pero yo era diferente. Nunca entendí por qué no me entrenaban como a las demás, pero me conformaba con ser una sombra que nadie notaba.

Hasta que eso cambió, y un hombre de corazón negro me reclamó para sí.

Me dijo que nunca me amaría y que mi única utilidad era complacerlo y darle un heredero.

Era cruel. Depravado. Un hombre al que odiaba con todo mi ser. Un hombre del que jamás podría enamorarme.

O eso creía... 

James 

Una poderosa sociedad secreta que estaba destinada a liderar algún día.

Hasta que mi padre me lanzó una bola curva. Si no me casaba y no tenía un heredero, le entregaría mi legado a alguien a quien despreciaba.

No quería una esposa, pero quería a Legion. Así que acepté sus condiciones.

Ella era un medio para un fin. Nunca la amaría. Nunca le mostraría afecto. Nunca la necesitaría para nada más que para darme un heredero.

O eso pensé...