Competir por un esposo. No dejarme engañar por sus enemigos...

Como la segunda princesa nacida de un reino conquistado por un imperio brutal, no soy más que un peón. No espero que mis padres organicen mi matrimonio con el soltero más poderoso de todos: el hijo del mismísimo emperador.

Pero cuando llego al palacio imperial, descubro que debo competir por mi prometido, compitiendo con las mujeres nobles de la corte en una serie de pruebas humillantes para demostrar nuestra devoción.

Aquellas que fracasen serán ejecutadas.

Por el bien de mi país, arriesgaré mi vida para ganar a mi esposo, ese hombre sádico que aplaude el tormento y alardea de sus amantes.

Desafortunadamente, mis intrigantes competidoras no son mis únicas enemigas. Los guardias reales del emperador, príncipes de otros dominios conquistados, promovidos para asegurar la obediencia de sus familias, acechan en las sombras.

Me ven como una traidora, postrándome ante la aprobación de nuestros tiranos. El blanco perfecto para su furia embotellada. Harán lo que sea para distraerme, desestabilizarme... arruinarme.

No puedo evitar ser atraída por sus artimañas seductoras. Detrás de su furia latente, su dolor y sus esperanzas rotas me llaman.

Podrían ser los aliados que necesito para salvar mi vida y mi reino. Pero solo si puedo conquistar a estos hombres malvados antes de perder mi corazón.

Las pruebas han terminado. El juego acaba de empezar...

Vine a Dariu para ganar un esposo y un imperio. No estaba preparada para que ese esposo fuera tan brutal, para que su pueblo viera nuestro matrimonio como un mal presagio... o para que mi corazón estuviera sufriendo por tres príncipes que no puedo tener.

No puedo permitir que ninguno de esos problemas me detenga. Mi reino cuenta conmigo, y todos los países conquistados del imperio necesitan mi ayuda. Me ganaré el respeto de todos los escépticos y enemigos, sin importar los peligros a los que tenga que enfrentarme.

Pero cuando la rebelión se agita en uno de los reinos exteriores y mi esposo comienza a descargar su furia contra los hombres que más aprecio, no estoy segura de cuánto sacrificio más podré soportar. Para lograr la paz con la que he soñado, ¿debo librar mi propia guerra privada contra el hombre al que juré servir?