En el antaño tranquilo pueblo de Willow Creek, mi vida era un latido constante, una rutina rítmica, hasta que irrumpió el Carnaval, un torbellino de caos y peligro.

Bajo las luces de neón y las melodías inquietantes, los ojos de Cade encontraron los míos, penetrantes, intensos, provocándome escalofríos. Era una tormenta oscura, una sombra que se cernía sobre cada uno de mis movimientos.

La obsesión de Cade era implacable, su deseo una locura sin límites. Como un depredador, me acechaba, cada paso era un movimiento calculado en su danza siniestra. Intenté resistirme, pero su retorcido encanto era un canto de sirena que me arrastraba hacia su carnaval de pesadillas.

La realidad se convirtió en ilusión y me vi atrapada en un juego siniestro, donde cada sombra susurraba secretos y cada sonrisa escondía una amenaza. En el corazón de Willow

Creek, donde las pesadillas caminaban libremente y reinaba la oscuridad, me enfrenté a una verdad escalofriante: a los ojos de un acosador, el amor y la obsesión son uno.

Cuando las luces del carnaval se atenúan y cae la oscuridad, me encuentro en una encrucijada. ¿Sucumbiré al peligroso abrazo de Cade o lucharé para liberarme de sus garras mortales?