Los policías y las desnudistas van juntos como que... no van.

Soy la reina del Striptease de Saint View. Tras crecer pobre, desnudarme y bailar para los hombres es todo lo que sé hacer. Mi próspero club y las personas que empleo lo son todo. Ellos son mi vida y yo la suya.

Nadie me los va a quitar.

Así que cuando un político local anuncia planes para arrasar todo por lo que he pasado los últimos diez años trabajando, no voy a callarme.

Ni por un trajeado.

Ni por la policía.

Joshua Boston puede detenerme todo lo que quiera. Puede atacarme con brazos fuertes y ojos penetrantes que me hacen estremecer por dentro. Puede empujarme contra la pared y esposarme todo el día.

Lo seguiré odiando.

Seguiré deseándolo.

En esta ciudad de bandas, tiroteos y peligros a la vuelta de cada esquina, nadie está a salvo. No soy una damisela en apuros, pero cuando una amenaza violenta sube la apuesta, es a Boston a quien me veo obligada a recurrir.

Puede que nos odiemos, pero el verdadero enemigo es el que ninguno de los dos ve venir.