No soy un brujo poderoso, sólo un adivino luchando por llegar a fin de mes. Pero cuando mi abuela, la líder del aquelarre Rathmore, me convoca, no tengo más remedio que responder a su llamada. Para llegar hasta ella, debo cruzar el Bosque, el reino de Wotan, señor de la caza. Los rumores sobre su crueldad y brutalidad le preceden, pero nada me prepara para encontrarme cara a cara con el monstruo.

Porque Wotan es más que un monstruo. Es un depredador, un matón, y ahora me ha reclamado como su peón en su guerra contra mi abuela. Un maestro de la tortura, está decidido a dominarme, despojándome de todos mis secretos.

Sin embargo, por mucho que le tema, me siento atraído por él. Su rudeza esconde un lado más suave, y me pregunto si seré yo quien logre domarlo. Con mi vida pendiendo de un hilo, tengo que luchar para descubrir la verdad sobre Wotan, mi abuela... y tal vez mi propio destino.

Como heredero de una poderosa banda de vampiros, ya debería ser un maestro ladrón. Pero mis habilidades siempre han sido imperfectas. Sin embargo, una cosa se me da bien: robar. Cuando mi tío se fija en una preciada posesión de Gothel, la soberana del Sindicato del Cielo, me encargan la tarea de apoderarme de ella.

Todo cambia cuando conozco a la cautivadora gárgola. Se ofrece a arreglar mi magia rota, y su tacto ardiente y su presencia imponente me hacen sentir viva por primera vez en años.

Pero la ayuda de Gothel tiene un precio. Exige mi completa rendición. Y cuando descubro lo bien que me sienta ceder, es un precio que estoy dispuesta a pagar. Nuestro peligroso juego de seducción y sumisión me deja con ganas de más. Pero incluso cuando me entrego a él, sé que la dicha dura poco. Aprenderé de Gothel y luego le robaré a él.

Al menos eso es lo que me digo a mí misma. Cuanto más tiempo paso en compañía del señor del sindicato -y sobre sus rodillas-, más me pregunto si podré robarle al único hombre que me ha ayudado de verdad.

Cuando el peligro amenaza con separarnos para siempre, me doy cuenta de que no he estado aprendiendo a robar. He estado aprendiendo a amar... y haré lo que sea necesario para ganarme el corazón de Gothel, aunque eso signifique arriesgarlo todo.