El multimillonario gruñón me acusa de robar, hace que me despidan y ahora me quiere como esposa temporal... Creo que ha perdido la cabeza.

Easton Calloway necesita una esposa pronto, y me elige a mí para ocupar temporalmente el puesto. Aunque quiero mandarlo a la mierda, no puedo alejarme de la tentación. Así que hago lo que haría cualquier actriz arruinada que viviera en Nueva York y acepto las condiciones.

Debería ser fácil: un año de matrimonio, un cómodo ático y una asignación para gastos. Al cabo de 365 días, recibiré los papeles del divorcio y un cheque millonario. Lo único que tengo que hacer es fingir que estamos felizmente casados sin enamorarme.

Factible, ¿verdad?

Después de que el encantador multimillonario y yo actuamos con éxito de casamenteros, me pide que sea su falsa prometida. Decir que sí podría ser el mayor error de mi vida, pero ¿para qué están los amigos?

Weston Calloway es el último hombre que imaginaba conocer después de una de mis aburridas rupturas. Pero ahí estaba él, en un bar de mala muerte, bebiendo whisky barato, con pinta de ser mi próximo error favorito. En lugar de liarla, nos convertimos en amigos secretos.

Cuando su celosa ex crea un drama innecesario, Weston me pide que sea su novia falsa. Las cosas se intensifican rápidamente y perdemos el control de la situación. Ahora somos compañeros de piso y llevo un anillo de diamantes que él me puso en el dedo.

Este juego puede ser divertido, pero acordamos una regla inquebrantable: no enamorarnos.

Fácil, ¿verdad? Debería serlo.