Todo es aterrador y extraño en este planeta alienígena en el que me he estrellado. Especialmente el hombre serpiente de escamas púrpuras que me ha “rescatado”. Cuando corro, me sigue y me doy cuenta de que quizá no quiero escapar. ¿No es una locura?

Cuando su Clan me amenaza, nos persiguen, y sólo hay una opción. Huimos y nos rendimos al ardiente deseo que hay entre nosotros.

La hembra sin escamas enciende mis sigilos de apareamiento. La atrapo para no soltarla jamás. Es curvilínea y tentadora, y cuando el peligro acecha haré lo que sea para mantenerla a salvo. Aunque signifique renunciar a todo lo que conocía, aunque signifique abandonar a mi Clan.

¿Por una oportunidad de ser feliz en sus brazos? Lo arriesgaría todo.

Mi familia me manipuló como a un peón sin valor y luego me desechó. Se suponía que me ejecutarían, pero ni siquiera eso salió bien. Cuando me despierto, todo mi mundo se tambalea cuando miro a un monstruo.

Es mitad serpiente, mitad hombre y, de alguna manera, es lo más seductor que he visto nunca. Cuando me toca puedo entenderle y dice que soy su pareja. ¿Pero cómo es posible? Nunca he pertenecido a ningún sitio.

Cuando más de los suyos nos persiguen, nos expulsan e intentan hacer todo lo posible por separarnos. Debo luchar por lo que quiero, luchar por mantener el único lugar donde me quieren. En los brazos de mi compañero.

Expulsado por mi propio Clan, por mi propia madre la Reina. Me dejaron a la deriva hasta que una nave cayó del cielo, trayendo a mi compañera.

Es curvilínea y suave, todo lo que nunca supe que quería. Es perfecta, y renunciaría a cualquier cosa, escalaría cualquier montaña, incluso me arrastraría por las cuevas embrujadas de mis antepasados si eso significara que puedo quedarme con ella. Si tan sólo me creyera cuando juro que ella es mi corazón.

Cuando desobedezco una orden directa, mi corte marcial y mi ejecución son rápidas. ¿Mi muerte? No tanto. Cuando me encuentro en un planeta alienígena con un naga de verdad, sé que mi gobierno me ha jodido una última vez.

Ahora lo único que me importa es sobrevivir y rescatar al humano herido que me acompaña. Para ello, tengo que confiar en el bruto macho de brillantes escamas azules que no me deja en paz. Todo entre nosotros es intenso, desde las peleas hasta las miradas fijas, pasando por la química explosiva que existe entre nosotros.

¿Podré sobrevivir a este planeta hostil con el corazón de una pieza? ¿O seré arrastrada por el bruto que quiere conquistarme?

Expulsado por mi Clan, he terminado con ellos. Pero haría cualquier cosa por ayudar a mis amigos, así que fui a investigar la nave celeste caída. No esperaba encontrar a mi compañera, pero allí estaba, una diosa caída de los cielos.

La reclamaré y conquistaré su corazón. Para ello, llevaré a mi compañera guerrera adonde ella quiera ir. Incluso cuando nos lleve a secretos, peligros y una misión de rescate mal concebida.

Para volver a tener una familia, para llenar mi vida con su calor y su risa. Iría hasta el fin del mundo.

Estar varada en un planeta alienígena es una mierda, pero es peor cuando ni siquiera puedes andar. Soy un blanco fácil, y cuando los temibles Naga me capturan, no hay mucho que pueda hacer. Eso no significa que vaya a caer sin luchar.

Cuando su Caudillo venga personalmente a interrogarme, estaré preparada. Tal vez sea él quien no esté preparado para mí.

No estaba preparado para la cautiva al que pretendía interrogar. ¿Se supone que esta criatura diminuta, pálida y sin escamas es mi compañera? Pero no puedo negar la atracción, no puedo negar los sentimientos que se gestan en mí por la hembra valiente y feroz de boca descarada.

Puede que sea pequeña e indefensa, pero no se acobarda, no me teme y nunca se echa atrás. Por una hembra así, podría sentir la tentación de renunciar a mi Clan, a mi Reina y a mis costumbres guerreras. Por una mujer como ella, podría incluso llegar a la tecnología que podría ayudarla a caminar de nuevo.