Me casé con ella porque no tenía a nadie.

Era la hermana de mi mejor amigo y, cuando él murió, le debía el cuidado de ella.

Durante siete años, mantuve las distancias.

Fui a todos los despliegues que pude y le di espacio. Pensé que estaba haciendo lo correcto.

Ahora, es hora de que me retire Y vuelvo a casa.

Ella tiene su propia vida ahora.

Es feliz y merece más que estar atada a su esposo emocionalmente herido.

Pensé que podría dejarla ir... pero todo en lo que puedo pensar es en reclamar a Jane.