Stone Briggs. 

Ex convicto, hermano mayor y no fanático de la repostería. Lo cual era extraño teniendo en cuenta que era dueño de Stud Muffins, una panadería de buena reputación en una zona poco fiable de la ciudad. 

El objetivo de Stone en la vida es estar allí para sus hermanos y, si es posible, mantenerlos fuera de prisión. Lo cual suena simple, solo que... Newt acaba de robar algo, Mickey quiere participar en peleas ilegales y Jude guarda un secreto. 

Las cosas son lo suficientemente complicadas para Stone sin que Robin entre en su vida y caiga a sus pies. No sus pies exactamente. Cae cinco metros desde donde Stone tenía sus nalgas desnudas contra la ventana de la panadería... 

¿Por qué las nalgas desnudas? 

Eso podría tener algo que ver con el hombre muerto que acaba de limpiar de las paredes de la cocina. 

Lo cual no fue culpa de Stone. 

Eso se debió al asesino, Donnie King, y Yates Matthews, el florista loco al otro lado de la calle. 

¿Por qué se cayó Robin? 

Eso podría tener algo que ver con la Biblia que le golpeó en la nuca. 

Lo cual fue en parte culpa de Stone. 

Si Robin, el sacerdote, no lo hubiera obligado a tomar la biblia, Stone no se la habría arrojado. 

No pretendía dejar inconsciente a Robin y romperle la nariz. No es un monstruo a pesar de lo que algunas personas puedan pensar. 

Stone es solo un tipo lleno de culpa que dirige una panadería con un nombre estúpido. 

Y la oreja deslizándose por la pared no tiene nada que ver con él…

Oficial de policía, vigía y el hermano del pelo rebelde. No es fácil para Jude hacer malabarismos entre su trabajo y las travesuras de Stud Muffins, pero las cosas se complican aún más cuando Luck Milligan le tiende una trampa. 

Jude cae en esto con resultados humillantes y acepta a regañadientes ser los ojos y los oídos de Luck en la estación. 

Pero con Luck llega Hope, la hermana gemela de Luck, adoptante de callejeros, cocinera de guisos y cuidadora de treinta y un gatos. 

Treinta y dos si Hope incluye a Jude. 

Lo que ella hace. 

Cuando resurgen viejas heridas entre Jude y Stone, él duda de su lugar en la familia y se encuentra cada vez más cerca de Luck Milligan y su hermana. 

Claro, es chantaje, secuestro y síndrome de Estocolmo a partes iguales, pero eso sigue siendo algo a los ojos de Jude. 

Al igual que con sus hermanos, protegerá a Luck y a Hope a toda costa. 

Y al igual que con sus hermanos, eso será puesto a prueba…

Boxeador, tío no oficial y autodenominado "chico heterosexual".

Mickey ha pasado por la vida plagado de recuerdos de su torturador infantil, Aaron Fletcher. Como Luck Milligan necesita un luchador que se enfrente a Aaron, Mickey aprovecha la oportunidad de finalmente vengarse.

Pero saber que la pelea entre ellos está en el horizonte no es suficiente.

Quiere ver en qué se ha convertido Aaron.

Quiere que Aaron también vea en quién se ha convertido.

Pero Aaron Fletcher no es el niño que Mickey recuerda.

Es un buen padre, un buen tipo y mira a Mickey como si le encantara estar por debajo de él. Cuanto más tiempo pasa Mickey con Aaron, más le gusta a Mickey, hasta que un beso lleva a un beso más largo, a más...

Es imposible, y sin embargo, con cada sonrisa, cada comentario coqueto y mirada persistente, Mickey comienza a creer que Aaron ha cambiado.

Se acerca el día del boxeo, el club de la suerte está en juego y con tanto en juego, Mickey tiene que tomar una decisión.

Pelea o vete con Aaron.

Pero alguien debe caer en la ronda final.

Y esa persona no volverá a levantarse...