Megan teme volver a casa por vacaciones. Es la paria del pueblo, la diablesa que hace cuatro años dejó en el altar a Isaac, el chico de oro del pueblo, y huyó a la gran ciudad. Podría prescindir del drama. Sobre todo porque él se ha vuelto a comprometer y a ella la acaban de dejar por cuarta vez este año.

 

Christian está harto de estar solo cada Navidad. No le importa estar solo, pero odia los ojos tristes y los tonos suaves de su familia cuando se sientan juntos. Porque él está realmente, totalmente, bien.

Así que cuando Megan se topa literalmente con Christian en un pub de Dublín, hacen un pacto para pasar las fiestas. Van a ser las mejores citas falsas el uno para el otro.

Se establecen las reglas y se firma un contrato en una servilleta manchada de vino. Asistirán a las reuniones familiares del otro y estarán escandalosamente enamorados hasta que se liberen de sus obligaciones anuales. Al fin y al cabo, solo serán unas semanas.

 Pero con todo el mundo en casa por vacaciones, dos grandes familias con las que lidiar junto a viejos amigos, viejas llamas y viejos sentimientos, las cosas se complicarán. Y cuando una cabaña nevada y un poco de magia navideña se añaden a la mezcla, cualquier cosa puede pasar…