Era un día normal... hasta que un hermoso demonio entró en mi cafetería y me pidió que fuera su pareja.

Acepté en broma, pero hablaba en serio.

Y ahora estoy unida a él.

Para siempre.

Bebe lujuria para sobrevivir, así que eso me convierte en su comida inmortal.

Por si fuera poco, acaba de salir de prisión. Como accidentalmente me uní a él, automáticamente asumo la responsabilidad de mantenerlo en el lado correcto de la ley.

Así que ahora vivo con un demonio rico y peligrosamente atractivo, mientras un cambiaformas dragón nos vigila para asegurarse de que nuestro matrimonio es legal y de que mi marido no vuelve a las andadas... porque si lo hace, ambos volveremos a la cárcel.

Mi ex me está acosando... y soy adicta a mi posible pareja.

Puede parecer que esas frases no encajan, pero en mi caso, sí.

Porque hace seis meses, dicho ex me convirtió en vampiro.

Y unos días después, mi pareja potencial -que es un demonio- me dio su sangre a escondidas.

Ahora, soy literalmente adicta a él. Mis opciones son beber de él por el resto de mi vida, o morir.

No está dispuesto a dejarme morir, así que parece una situación de "inanición".

Pero mi ex no me va a dejar ir fácilmente... y mi compañero hará lo que sea necesario para mantenerme a salvo.

El amor no es una opción, pero no sé cómo voy a combatirlo. Porque en realidad me está empezando a gustar el demonio sexy y testarudo con el que voy a pasar el resto de mi vida.

Mi nuevo compañero de cuarto es un demonio precioso.

El demonio más tenso y aburrido de toda la existencia.

¿He mencionado que me odia?

Solo vivo con él porque mi hermano confía en él para evitar que tenga cualquier tipo de libertad.

Hasta que pierde el control por un segundo.

Solo una fracción de segundo, pero ese segundo es suficiente.

Me entero de que no me odia... simplemente no quiere admitir que soy su compañera potencial.

Así que tengo una nueva misión en la vida:

Seducir al hermoso y gruñón demonio con todas las herramientas que poseo. Especialmente mi lujuria.