Lor ha soportado doce largos años de tormento bajo el dominio del Rey de Aurora. Su único deseo es liberarse y devolverle cada momento de sufrimiento.

Cuando una liberación sorpresa la pone en manos del Rey Sol, Lor se ve empujada al centro de atención cuando compite contra otras nueve Tributos por el papel de reina. Si se gana su corazón, conseguirá su libertad y finalmente su venganza.

Pero Lor no pertenece a las Pruebas de la Reina Sol. No entiende por qué fue liberada y no es ciudadana de la corte del Rey Sol. Las otras Tributos están resentidas con su presencia y no se detendrán ante nada para asegurarse que Lor sea borrada del tablero de juego para siempre.

Ahora Lor debe ganar, porque si pierde, morirá. O peor, será enviada de vuelta a las manos del Rey de Aurora.

"No soy su conquista. No soy suya para reclamar. Soy mi propio castillo". Liberada de las doradas garras del Rey Sol, Lor se encuentra ahora en manos de Nadir, el Príncipe de Aurora. Convencido de que ella oculta algo, él está dispuesto a hacer lo que sea para hacerla hablar. Pero Lor conoce el valor de los secretos, los ha guardado toda su vida, y no va a dejar escapar el suyo sin luchar.

Cuando Lor y Nadir se unen para buscar un objeto perdido que contiene la clave de su pasado y su futuro, ella no está segura de poder confiar en él. Lo único que sabe es que no volverá a caer en las promesas de otro fae real.

Con el Rey Sol decidido a reclamarla, Lor debe mantenerse en movimiento, pero ningún lugar es seguro. No hasta que lo destruya a él y al Rey de Aurora. Pero pronto aprenderá que el futuro de Ouranos depende de mucho más que vengar su legado destruido.