Destrozó mi pierna y ahora quiere arruinar todo lo que queda de mí.

Greyson Devereux es una amenaza, pero solo para mí.

Para todos los demás, es carismático.

Es el hijo de un senador y la estrella del equipo de hockey de la universidad.

Cuando todo lo que quiero es ser invisible, él me arrastra al centro de atención.

Quiere mi sangre, mi miedo, mi atención.

Resistirme a él solo empeora su obsesión.

Luchar la solidifica.

Él es brutal, y saca de mí una oscuridad enfermiza de la cual disfruta.

Pero que me condenen si dejo que se convierta en mi perdición.

Steele O'Brien encarna todo lo que detesto en un jugador de hockey: 

Arrogante. 

Taciturno. Provocador.

Jugué su juego y descifré sus secretos.

Pero eso fue antes de descubrir que es mi nuevo hermanastro. Ahora compartimos universidad, y no hay forma de escapar de él. Ni de sus demonios.

Para Steele, el juego aún no ha terminado.

Él dice que soy suya para jugar, para atormentar.

Y está decidido a no solo perturbarme, sino a tallar su nombre en mi piel.

Se sabe que los porteros de hockey son obsesivos, pero ninguno más que el hermano de mi ex.

Simplemente no esperaba estar en el lado receptor de su oscuro y posesivo instinto.

Después de una humillante ruptura pública con su hermano mayor y compañero de equipo, Miles Whiteshaw me declara suya. Que siempre he sido suya, salvo por mi año de error de juicio.

¿El único problema? He jurado no involucrarme con dos cosas:

Los chicos Whiteshaw y el amor.

Pero Miles hará lo que sea para demostrar que estamos hechos el uno para el otro, y no estoy segura de que sobrevivamos a las consecuencias si se equivoca.