A Kristen Peterson no le gustan los dramas, lucha hasta la muerte por sus amigos y no tiene sitio en su vida para los hombres que no la entienden. 

Además, guarda un gran secreto: se someterá a un procedimiento médico que le impedirá tener hijos.

Planear la boda de su mejor amiga es agridulce para Kristen, sobre todo cuando conoce al padrino, Josh Copeland. 

Él es divertido, sexy, nunca se ofende por su racha kilométrica de sarcasmo, y siempre está una enchilada de pollo delante de su hambre. Hasta su perro, Stuntman Mike, lo adora. 

El único problema: Josh quiere tener una gran familia algún día. 

Kristen sabe que él estaría mejor con otra persona, pero a medida que crece su atracción, es cada vez más difícil mantenerlo a distancia.

La artista Sloan Monroe parece que no puede encarrilar su vida, pero un cachorro problemático que salta al azar a su auto con una mirada de "llévame a casa" en sus ojos está a punto de cambiarlo todo. 

Con Tucker a su lado, Sloan finalmente comienza a sentirse más como ella misma. 

Luego, después de semanas de mensajes de texto sin respuesta, el dueño de Tucker se reporta. Es un músico que está de gira en Australia, y en resumidas cuentas, quiere a Tucker de vuelta.

Bueno, Sloan no va a dejar a su perro sin pelear, pero ¿y si este tipo, Jason, realmente ama a Tucker? 

A medida que sus mensajes de texto coquetos se convierten en llamadas largas, Sloan no puede negar una conexión. Jason es atractivo, agradable y divertido. No se sabe lo que podría pasar cuando se conozcan en persona. 

La pregunta es: con su carrera musical en ascenso, ¿cuánto tiempo se quedará realmente Jason? ¿Y es posible que Sloan sobreviva a otra angustia?

Cuando Vanessa Price dejó su trabajo para perseguir su sueño de viajar por el mundo, no esperaba ganar millones de seguidores en YouTube que compartieran su alegría de aprovechar cada momento.

 

Para ella, VIVIR CADA DÍA AL MÁXIMO no es solo un lema. Su mamá y su hermana nunca llegaron a los 30, y Vanessa no quiere dar nada por sentado. 

 

Pero después de que su hermanastra le deje repentinamente a Vanessa la custodia de su hija pequeña, la vida pasa de ser una “aventura diaria” a ser “mala al siguiente nivel” (ahora con un extra de vómito de bebé en el cabello). 

 

La última persona que Vanessa espera que aparezca ofreciéndole ayuda es el atractivo abogado de al lado, Adrian Copeland. Después de todo, apenas lo conoce. 

 

Nadie le advirtió que era el domador secreto de bebés ni que pasaría mucho tiempo con él y su chihuahua geriátrico. Ahora siente cosas que juró no sentir.

Porque lo único peor que enamorarse de Adrian es encontrar un poco de esperanza en un futuro que quizá nunca vea.