Él tiene una regla en los vuelos...

No trabajar en el aire.

Y está decidido a hacer que la reina de hielo la cumpla.

Annie es una adicta al trabajo. Toda su vida gira en torno a ser una abogada de éxito, lo que significa que no tiene tiempo para nada ni para nadie más. Y eso incluye relacionarse con extraños apuestos que intentan distraerla del trabajo.

Damien sabe en el momento en que se sienta a su lado que va a ignorar la etiqueta tácita de vuelo que dice no iniciar una pequeña charla. No puede evitar sacar a Annie de su caparazón frío, un comentario juguetón a la vez.

¿Podrá Damien convencer a Annie de que se arriesgue con él, aunque sea solo por esta noche? ¿O reconstruirá sus muros y lo dejará fuera?